Hidden Spaces (privado)

En su vocabulario no existía la sutileza, jamás había existido, y jamás había sido utilizada. Por alguna extraña razón le molestaba el estado tan deplorable del pelirrojo... y eso solo sucedía si veía algo en esa persona. En otros tiempos seguramente hubiera sido para manipularlo... pero, quizas se había ablandado un poco desde que cuidaba a Adrian, puesto que, llegaba a mostrar algo de preocupación por contadas personas, y quizas este fuera el caso.

Además, siempre había sido de la idea de que la verdad si no se decía de forma cruda y directa no era una verdad pura, estaba contaminada y perdía su efectividad. Por eso había sido tan directo en sus palabras, incluso insensible; pero era porque aquellas eran palabras completamente sinceras.

Soltó un suspiro con algo de cansancio, dandose cuenta de que quizas se había sobrepasado, despues de todo aquello era algo que no le incumbía. Se pusó de pie, moviendose hasta el pelirrojo, poniendole la mano en el hombro para hacerlo que volteara y poder observarlo de frente. -Tendrás que disculparme... pero no se suavizar las palabras, y quizas me sobrepasé en mi comentario-

Sin embargo no lo dejó ahí, de forma sútil logró adentrarse en lo más superficial de su mente usando la telepatía, escuchaba sus pensamientos con claridad aunque no les prestó atención y decidió hablar directamente a su mente, disfrazando su propia voz para que sonara como la del pelirrojo, que sintiera que era su propia mente quien lo decía. -"¿No es la verdad?... ¿no es lo que haces? hundirte intencionalmente... abandonarte para no sentir..."-

Vaya, no podía haber calculado tan bien la reacción del otro, sabía que seguramente se molestaría, pero, no había podido imaginar reacciones tan bruscas. Primero la forma en que se soltó del agarre en su hombro, ladeó el rostro con extrañeza mirandolo. Al parecer su enojo era tal que olvidaba con quien trataba.

Se cruzó tranquilamente de brazos, mirandolo como intetaba golpearlo, sin embargo no hizo el menor intento por evitarlos, no hacía falta. Sencillamente esperaba hacer que el otro fuera más consciente, que se diera cuenta de que aquella pusilanime postura no aliviaría el dolor.

-Ese dolor no desaparece en un día o dos... pero sumirte en tu propia miseria solo te arrastrara, y continuaras sufriendo- Su voz se suavizo antes de salir de verdad de la mente del pelirrojo, no porque este pudiera sacarlo, sencillamente por respeto a sus sentimientos. Ni siquiera había prestado atención a los pensamientos que había escuchado como claras voces, no, los había ignorado. De pronto se dió cuenta de lo que había pasado, había hecho menos indiferente su voz, porque el otro no le era indiferente, parpadeó perplejo consigo miso antes de decidir sencillamente ignorar esa sensación. -Y si te sirve de algo saberlo...desconozco lo que hay dentro de tu mente, no escuche tus pensamientos-

De inicio los seres humanos pueden considerarse como un lienzo en blanco, en el cual se puede plasmar una obra de arte, con sus matices y su irreversible diseño. Así es como siempre lo había considerado, en base a ello, los momentos malos siempre habían sido manchas de tinta en esa obra, manchas que el artista puede lamentar o que puede reinventar. Así analizaba a las personas, así siempre había puesto bajo el microscopio a los otros. Ese aire melancólico, radiante o quizás mísero.
Aún cuando siempre quiso olvidar aquél punto de vista al inicio de su no-vida no pudo, porque terminó por darse cuenta, como último refugio quizás, que el simple hecho de poder saciar su curiosidad lo hacía continuar dándole pinceladas a su propio lienzo. De esa forma justificaba ante sí mismo su existencia, y claro está, todo lo que había tenido que ver a lo largo de su inmortalidad.
Si tan sólo pudiera explicarle aquello al vampiro menor… y es que, tal vez, sin un motivo convencional le interesaba de forma poco clínica el otro. Sólo había tratado de aquella forma a su ahijado. Empezaba a pensar que se había suavizado después de todo, resultaba increíble, y trataba de negárselo a si mismo.

-Se que resulta aterrador… pero como ya te lo dije antes no escuché tus pensamientos, aunque, en realidad no hace falta ser telepata para darse cuenta de que tienes varios asuntos que te atormenta. No fue mi intención hacer que todo ese dolor se hiciera evidente, en verdad no quería lastimarte, aún cuando ese dolor lo traes cargando desde antes… pero, si me lo perites, me gustaría mostrarte algo… Joshua-

Caminó hacia el y lo miró, esperando con tranquilidad por una respuesta, no quería hacerlo sufrir más; y aún cuando podía forzar fácilmente la entrada no quería hacerlo. Para evitar que se fuera y sin considerar completamente la reacción del otro le pasó ambos brazos alrededor, abrazándolo contra su cuerpo.