Los enemigos de Caín
Eran poderosos,
Y rastrearon sus pasos
Como los sabuesos,
5 Y la pista no desaparecería,
Ni aún cruzando
Inundaciones y lunas,
Con muchos esfuerzos.
El talento del cazador
10 Era grande, y ellos
Buscaron a su Padre,
Y ellos vieron [...]
Una antigua Disciplina
Usaron para encontrar
15 El camino a Shal-ka-mense.
Al final arribaron
A ese lugar sagrado
Donde Caín se escondía,
Entre las aguas.
20 Caín se mostró,
Y les dijo a ellos:
"Gentiles hijos e hijas,
¿Por qué alteráis mi sueño?"
Y trataron de atrapar
25 A su Padre con armas
Forjadas y de madera,
Pero Caín, veloz Caín,
No podría ser detenido
Por seres como aquellos.
30 Bajo rizadas olas,
Bajo tempestuosas olas,
Más allá del pozo
De Veyd-sah-me,
En la gruta de Shal-ka-mense
35 Se encontraron, se encontraron,
Para abrazar la forma
De su Padre durmiente.
¿Lo encontraron durmiendo?
Lo encontraron despierto,
40 Preparado para luchar,
Con los ojos abiertos,
Sonriendo a sus viejos Chiquillos,
Presentando batalla
A la luz de las velas.
45 Ahora, las estrellas que,
Una a una, borraron
Sus caminos en el cielo
Iluminado por relámpagos.
Ahora, los fuegos queman
50 El infierno y las cenizas.
Ahora, el calor
Revela la pira.
¡Demasiado tiempo!
Los cazadores esperaron
55 Hasta demasiado tarde.
¡Demasiado tiempo!
Junto a Veyd-sah-me
Se quedaron hasta ver
La luz del Amanecer
60 Sobre el Rostro de su Padre.
Y en la cambiante, ardiente Marca,
Vieron el Dedo del odio
De Dios, girando, ondulándose,
La Palabra de Dios
65 Que hizo Cambiar
El solitario sino de Caín.
Mientras ardían en fuegos
Que brillaban como los de Orco,
Mientras veían la carne
70 Derretirse y fundirse,
Mientras quemaban
Junto con sus propios Vástagos,
Caín bendijo más piras
En su sangriento Sacramento.
75 No busquéis la sangre
De vuestros Antiguos,
No busquéis la sangre
Del Sire de vuestro Sire,
No busquéis la sangre
80 Que os hizo Vástagos,
Pues quemaréis en la pira
Cuando debáis pagar
Por vuestro crimen inmortal.