Aaron Girard

Nombre:Aaron Girard

Edad: Aparente 23 años. Real 1200 años

Raza :Vampiro
Clan: Tzimisce

Sire:Anónimo
Chiquillo: Adrian Alphonse

Disciplinas: Animalismo, Auspex, Vicisitud
Tendencia Sexual: Suke




Apariencia Física: Mide 1.85 de altura, una altura bastante considerable entre los de su clase, aunque no es el más alto nunca ha tenido problemas con ello. Es delgado, con un cuerpo bien formado, pero con una musculatura apenas insinuada, a pesar de ello posee una gran fuerza; sin embargo, posee una apariencia delicada y frágil, lo cual en ocasiones lo hace verse andrógino, pero como siempre las apariencias engañan.

De tez muy blanca, y piel tersa, la piel de alguien que jamás ha tenido que hacer trabajos pesados, es como una perfecta porcelana. Su cabello es de un color rubio platinado, perfectamente lacio, bastante largo, puesto que le llega a la cintura, y por lo general lo trae suelto cayéndole detrás de los hombros.

Su rostro es coronado por ojos de un color azul profundo, y una mirada que puede definirse con una sola palabra: "gélida", además de una sonrisa bastante enigmática, ya que puede parecer a veces amable, pero siempre esta oculto el sarcasmo bajo ella. Sin embargo sus expresiones pueden cambiar drásticamente conforme la situación lo amerita. Cuando busca quizás suavizar un poco su mirada porta unas gafas sencillas que hacen más enigmática su mirada y un poco menos fría.

En cuanto a vestimenta, tiene una predilección por los colores oscuros, el negro y guinda son dos de los que casi nunca faltan en el, aunque también usa blanco y azul. Viste con ropas de la mejor calidad, por lo general de manera casual pero sobria, gabardinas largas de ante o terciopelo son sus prendas favoritas. Aunque tiene otros tipos de ropa, en telas más ajustadas, con cadenas y argollas de metal, que usa para sus pequeñas "excursiones". Aunque como todo en él, dependerá específicamente de la ocasión y las personas.





Perfil Psicológico: Es una persona muy fría, con un alto complejo de superioridad, despues de todo él es superior, es de una raza superior a todas las demás. Sumamente calculador, tiene un gran conocimiento sobre la psicología. Manipulador en extremo, es un hipócrita disfrazado; no tiene algún interés por las personas si no por el beneficio o entretenimiento que puede conseguir de ellas. A pesar de ello, cuando alguien consigue ganarse su respeto por su acciones y su congruencia, tendrá un gran aliado... aunque hasta ahora un muy selecto grupo lo ha logrado.

Suele ser algo callado, y ácido cuando habla en serio, cuando demuestra sus verdaderos pensamientos e ideas lo hace de una forma muy cruda, ya que la sutileza, según él, es inservible cuando se trata de la verdad, pues sería atenuarla, y eso le quitaría el valor. Es por eso que las pocas veces que dice la verdad directamente, jamás atenúa sus palabras. Quizás esto lo haga ver como alguien que disfruta del sádico placer de pisotear a los que ya están abajo, y quizás sea cierto, pero busca medir las reacciones de los demás, no importándole si destruye moralmente a otro.

Es un demonio oculto tras el bello rostro de un ángel. Quizas el mejor ejemplo de la teoría de Erich Fromm que dice que las personas, mientras más cultas son... màs neuróticas.

Es muy inteligente, y esto le permite ser como es, manejar todos los factores a su favor es lo que siempre hace. Vengativo en el fondo, si alguien ataca a su orgullo y este sale herido no vivirá para contarlo... aunque jamás sabrá cuando llegará el golpe; despues de todo, la venganza es un paltillo que sabe mejor frío.


Gustos: Los vinos, su cava está llena de los mejores vinos. Los cigarros y puros, tambien, hechos bajo las más estrictas condiciones y con una rigurosa selección, despues de todo son mandados a hacer especialmente. Lo mejor para lo mejor.
Los largos paseos solitarios, sobre todo si son nocturnos. La observación de la luna es uno de sus grandes deleites. Toda expresión artística es bien recibida por él. Y tiene un gusto quizas más oculto, salir de Tanagura y mezclarse con los "seres inferiores" tiene un cierto placer enfermizo por jugar con ellos pretendiendo ser uno de ellos, en sus "pequeñas excursiones" usa una peluca de cabello negro para ocultar sus verdadero origen.

Desagrados: Que la gente se quiera adornar cuando no tiene con que respaldarse. Es decir, odia que la gente ande alardeando solo porque si. Odia la idea de tener que despertar alguna vez con alguien a su lado. Y que la gente llame valentía a una cierta necedad unida con alguna clase de perseverancia.

Habilidades: Buen mentiroso, inteligente y de mente noble, aunque eso es muy en el fondo, y hasta ahora nadie ha podido comprobarlo.

Debilidades: Ser demasiado orgulloso, si alguien logra atravezar su coraza de indiferencia hacia el resto de la gente y dañan su orgullo sufrirá un accidente... y en los términos que lo plantea no será un accidente.


Arma: Arco

Historia del Personaje: Nacido en un lugar que ya no recuerda, o al menos niega recordar, claro, eso siendo humano aún. Pasó mucho tiempo buscando una respuesta a su existencia durante su juventud... específicamente la razón para ello. Sin embargo, esa duda jamás se la externó a nadie, puesto que nunca buscó crear lazos con los demás, además de que no confiaba en nadie para hablar de ello.

Mientras tanto, el tiempo iba pasando, y él era educado con rigor exigiendose la excelencia a si mismo, sin embargo cerca de cumplir los 18 años de su nacimiento comenzó con sus solitarios paseos, llegando a los sitios más nefastos y peligrosos; ¿qué buscaba? La respuesta a su eterna pregunta. Es difícil de decir que fue lo que encontró en su primer paseo, pero a partir de ese momento sus estudios se incrementaron al igual que sus influencias y contactos. Así fue como en menos de un año ya se había hecho de un sólido monopolio en el comercio.

Sin embargo aquello quizas no le duraría lo suficiente, pues sus inusuales paseos lo llevaron a conocer a un hombre, completamente fuera de cualquier categoría en la que quisiera ponerlo, incomprensible definitivamente. Empezó a frecuentarse con él, solían mantener largas conversaciones… hasta que un día aquél le hizo una proposición interesante… la cual no dudo en aceptar, era una ventana a un conocimiento mayor, quizas a obtener finalmente esa ansiada pregunta.

Siglos han pasado desde ese momento, y actualmente continua haciendo sus paseos, en los cuales ha encontrado humanos "interesantes", a los cuales ha manejado de diversas formas. Pero hubo un humano distinto… algo había en ese chico que le hizo guardarle cierto aprecio, o lo más cercano que se pareciera a eso… un niño huerfano que estaba casi moribundo cuando lo encontró. Lo tomó bajo su cuidado, y ha velado por él durante los últimos años, aquél niño es Adrián.

Otros: a veces solo por diversión cambia el color de su cabello, y tiene un tatuaje en forma de collar de espinas en el cuello, el cual suele llevar cubierto.

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